En la mayoría de los casos, nuestra indignación no llega siquiera a motivarnos lo suficiente como para leer el propio recibo e intentar comprender por qué pagamos lo que pagamos, a quien y que pagamos y mucho menos actuar para corregirlo. Quizás haya llegado el momento de conocer los entresijos del oscuro mundo del sistema eléctrico.
A raíz de la preocupación de un grupo de ciudadanos. Francisco Espín, ha redactado este articulo para la federación de asociaciones vecinales de Murcia, el cual podéis encontrarlo integro publicado en su revista de este trimestre. Espín, quien explica varias cuestiones que seguro están revoloteando estas últimas semanas sobre sus cabezas; ¿Por qué se produce las subidas de la luz?, ¿realmente nos afecta a todos por igual?, ¿pueden influir las grandes eléctricas en el precio?
Les anticipo, que comienzan a existir alternativas reales donde por fin, como consumidores, comenzamos a tener opciones para posicionarnos en el centro del sistema. El nuevo paquete de invierno de la Unión Europea o paquete de energías limpias, puso en marcha un conjunto de nuevas directivas del llamado “paquete de invierno» (1), donde términos como “Pobreza energética”, “derecho a producir y auto consumir nuestra propia energía” “comunidades ciudadanas de energía”, aparecen definidos en estas nuevas directivas, abriendo el camino a unos nuevos derechos de los consumidores hasta ahora claramente vetados. Un nuevo papel reforzado del ciudadano en el ámbito de la energía, que nos posiciona como agentes principales del cambio y que debemos comenzar a tomar conciencia de ello.
Con el proceso de liberalización –iniciado en el año 1.998- pasamos de un sistema de empresas de “ciclo completo” (generación, transporte, distribución y comercialización), retribuidas mediante tarifas reguladas por la administración en base a costes reconocidos, a otro mucho más complejo, en el que intervienen diferentes sujetos y se realizan diferentes liquidaciones. Y, en consecuencia, donde quizás pasamos también de una reglamentación, estable y concentrada en pocas normas, a la que tenemos actualmente, más dispersa, sometida a continuos cambios y sin duda con algunos aspectos importantes aún por desarrollar y en muchas ocasiones no demasiado transparente.
El transporte, responsabilidad de Red Eléctrica de España, cuyo accionariado me gustaría destacar que está compuesto por un 20% de titularidad pública a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y un 80% restante que es de cotización libre en bolsa y por otro lado las distribuidoras, que conforman lo que comúnmente se conoce como “ el oligopolio”, formado por 5 compañías las tres primeras que dominan aproximadamente el 90 % del mercado; Iberdrola Distribución (ahora I-De), Endesa (la última eléctrica pública española), que en la actualidad es propiedad en un 70%, de la eléctrica italiana Enel –cuyo principal accionista es a su vez el Estado italiano–, estando el resto en manos de inversores y accionistas privados, y finalmente Gas natural Fenosa (Naturgy). Las otras dos principales distribuidoras son EDP HC Energía y Viesgo electricidad.
No sería justo pasar por alto a “los pequeños distribuidores”. Como ejemplo nombrarles el caso de la Sinarquense S.L.U., un pequeño pueblo de 1.150 habitantes de la comarca de Utiel y Requena que cuenta con su propia distribuidora. Es decir, los habitantes de este pueblo son los dueños de su propia distribuidora, o bien Enercoop, fundada en el año 1925 como Cooperativa eléctrica Benéfica de San Francisco de Asís, con el objeto de de distribuir la energía eléctrica en su municipio. Llevó el nombre de Benéfica pues quienes la crearon, jóvenes industriales de la zona, querían tener como objeto que los beneficios redundaran en beneficios sociales. Es curioso como modelos cooperativistas han conseguido permanecer en el tiempo, y en mi opinión, nos marcan sin duda el camino a seguir, al menos en las dos actividades no reguladas, la generación y la comercialización.
En la actividad de comercialización son muchas las surgidas los últimos años, por citar algunas que seguro les sonarán; Holaluz, Factor Energía, Audax energia y resaltar las nuevas comercializadoras de modelo cooperativista como la catalana “Som Energia”, la madrileña “La corriente”, la gallega “Nosa Enerxia” y por supuesto la murciana, “La solar Energía cooperativa”
Consultor y miembro del consejo rector de la cooperativa comercializadora “La solar Energía cooperativa”, formador en materia de energía y en especial autoconsumo, imparte varios cursos de formación en estas materias para el Consejo General de la Ingeniería técnica Industrial de España, colegios profesionales de ingeniería técnica (Madrid, Guadalajara y Murcia), así como asociaciones de instaladores, como la Federación de empresarios de instaladores de la provincia de Alicante, FEMPA , entre otras