¿Cómo se forman los precios en el mercado? ¿Cuáles son los factores que explican la subida de los precios mayoristas?

 

Tras conocer quiénes son los actores principales que regulan la electricidad que llega a nuestras viviendas, tema que tratamos en un artículos llamado ¿ qué hay detrás de mi enchufe ?. Y entendida cómo está compuesta nuestra factura y los 5 conceptos que se pagan en un recibo eléctrico, tratado en el último articulo; podemos pasar a explicar cómo se forman los precios en este mercado marginalista.

Cabe recordar que estos artículos, se pueden leer de manera completa en la revista de este trimestre de la federación de asociaciones vecinales de Murcia, escrito por el director de Efficiency Services Consulting, Francisco Espín.

En primer lugar, hemos de entender cómo funciona el mercado marginalista del que venimos hablando. Consiste en una subasta marginalista, lo que significa que el precio para todo el mercado vendrá determinado por el precio más alto de los ofertados necesario para cubrir toda la demanda. En este sentido es fácil de entender que, en esta subasta, irán entrando primero a ir cubriendo la demanda aquellos productores de energía que oferten la energía más barata.

  • Primero entrarán los kWh ofertados por las centrales nucleares. A causa de su inercia térmica, y a su tecnología de funcionamiento, paradas y arranques de estas centrales sale más caro que mantener continuamente el servicio, por lo que no se arriesgan a tener que parar sus centrales, y por ello ofertan a precio cero conscientes de que recibirán el precio al que después cierre el mercado.
  • En segundo lugar, entran las energías renovables determinadas por ley, como las eólicas o las solares. Sus costes variables o de explotación son casi nulos (no se alimentan con combustible, sino, con aire o con luz solar; que son hasta el momento “gratuitos”) por lo que siempre les será rentable vender energía; aunque la amortización de sus costes fijos, es superior para las primeras plantas que entraron en el sistema, si bien las que se están construyendo actualmente compiten sin ayudas con las otras tecnologías, aún así pueden ofrecer precios más baratos que el resto. Estos kWh se ofertan también a precio cero y, por cuánto al igual que las nucleares recibirán el precio de mercado. Por tanto, y como primera conclusión, si la demanda fuera muy baja, acompañada de mucho viento y radiante sol, estas tecnologías cubrirían toda la demanda, y en determinadas horas del día que se produce esta casuística, el precio marginalista del mercado podría ser incluso cero pagando solo en nuestra factura los costes regulados del sistema más los impuestos asociados. Un ejemplo claro lo tuvimos el año 2020 donde una baja demanda provocada por la pandemia, se le sumó buenas producciones solares, eólicas e hidráulicas, siendo éstas capaces de cubrir la demanda eléctrica del país, por lo que se pagaron precios de media anual por debajo de los 35 €/MWh (0,035 c€/kWh) (4)
  • Por último, entrarán las centrales más caras, los kWh ofertados por ejemplo por las centrales de ciclo combinado, como las de Gas o de Carbón. Estas serán las que finalmente en estos periodos de máxima demanda y baja producción renovable, cubrirán la demanda total, y marcarán el precio del mercado para el resto de las tecnologías.

Conocedores un poco más del funcionamiento del mercado eléctrico, puede resultar más fácil entender lo que pasó este mes de enero donde el primer causante de la subida de precio ha sido el frío, pues este aumenta el consumo de energía. Más kWh a cubrir, permiten entrar a tecnologías más caras, cuyo precio fue notablemente mayor por el precio del gas. El frío azotó no sólo a España, sino también a gran parte del hemisferio norte, su consumo se ha disparado. El Noreste de Asia, con la gigante China a la cabeza, registró igualmente temperaturas inusualmente bajas, por lo que aumenta el precio al resto. Y por si no fuera poco lo anterior, Argelia redujo sustancialmente el suministro de gas, por lo que el mercado mayorista de gas aún se vio más incrementado.

Como consecuencia de todo lo anterior, pasamos de exportar energía eléctrica durante la última semana de diciembre a importarla la primera de enero, duplicando los kWh de las centrales que queman gas y carbón. Todo ello en un marco general donde el temporal, no vino acompañado de sol y viento y donde las posibilidades de las renovables de almacenamiento aún les queda mucho por recorrer con la irrupción del litio y otras tecnologías en ciernes como el hidrógeno verde.

Destacar dentro de las renovables, la hidráulica cuya capacidad de almacenamiento se encuentra controlada por las grandes eléctricas que dominan el sector de la producción, y “la llave” para poder manipular el sistema de casación. Bajo mi punto de vista esto no ha sucedido en esta ocasión, aunque la Comisión nacional de la competencia (CNMC), debe investigar, tarea nada fácil. Ya en 2013 (5), una burda manipulación de precios llevada a cabo en diciembre de 2013, fue sancionada con 25 millones de euros a Iberdrola.

A su vez, tampoco es imputable al Gobierno, al menos directamente, no ha habido ningún tipo de “decreto” o cambio en los costes regulados a golpe de Boletín Oficial del Estado (peajes y cargos) (6), aún no toca, aunque siento indicar que no cantemos aún victoria pues estos se han prorrogado hasta abril cuando salgan a la luz por fin las nuevas tarifas de acceso, que vienen a sustituir a las actuales tarifas, vigentes desde el año 2001, 20 años ni más ni menos.

Estas nuevas tarifas, mejoraran sin duda el sistema actual tarifario pues aumentan el número de periodos tanto para la potencia (aumenta la opción de contratar una potencia distinta según horario) como para la energía (se pasa de dos periodos a tres), por lo que nos permitirá sin duda flexibilizar nuestra demanda o al menos tener esta opción. Por tanto, nos posibilita el poder desplazar nuestro consumo a horarios más baratos, bien variando nuestras pautas de consumo o incorporando autoconsumo fotovoltaico, y aún mejor, si a esta instalación fotovoltaica incorporamos baterías de litio donde almacenar la energía sobrante en las horas más baratas y así poder utilizarla en las más caras. No obstante lo anterior, esperemos que el coste de las baterías de litio descienda notablemente este mismo año, tal y como nos han prometido los fabricantes y distribuidores. Si bien, no cantemos aún victoria, pues este ahorro puede verse compensado en un aumento de los costes regulados a través de los peajes y cargos pendiente de publicación en abril.

En cualquier caso, la subida de los recibos de los consumidores siempre sometidos a esta volatilidad de precios no parece que sea de sentido común o medianamente razonable. Quizás, el mercado marginalista donde como vimos el precio mayor se traslada al resto de centrales productoras (funcionamiento similar a la mayoría de los países europeos), tenga que ser el modelo a seguir, pero sin embargo, el cómo influye estos precios y su volatilidad e impredecibilidad a los consumidores finales deben de ser revisados.

No podemos olvidar y quizás alguna vez hayan oído hablar de los “beneficios caídos del cielo” (windfall profits como se conoce en el sector), que sin duda y quizás aún más urgente deben ser analizado en profundidad. Estos beneficios, tiene como principales destinatarios las centrales más antiguas, la nuclear y la hidráulica, centrales generadoras más que amortizadas. Si a ello le añadimos que se han ampliado su vida útil, como es el caso de las nucleares y la renovación de concesiones de agua en el caso de las hidráulicas, los “windfall profits” continuarán siendo desproporcionados.

Necesitamos una administración valiente que ponga encima de la mesa, medidas donde al menos estos beneficios extras sean razonables. Quizás sea el momento conforme finalicen los de derechos públicos de aprovechamiento hidráulico, de negociar con las concesionarias una posición más favorable para los intereses generales y en paralelo fijar precios dentro de determinadas tecnologías que afecten a una parte de su producción, como es el caso de nuestra vecina Francia. EDF, la empresa pública energética francesa, vende a sus competidores el 25 % de su producción a un precio fijo de 42 €/MWh. Por lo que ni cobran cero euros por MWh cuando la demanda baja, ni más de 100 cuando pasa la Filomena de turno.

Entonces, ¿qué debe de cambiar?

Sin duda, y después de revisar lo expuesto estarán ustedes conmigo que es de sentido común y totalmente razonable, que a corto plazo y de manera urgente se lleve a cabo una reforma de la ley del sistema eléctrico, convirtiéndolo en un sistema más económico, justo, transparente y orientado a un sistema más descentralizado y renovable.

La ciudadanía, a su vez debemos de ser conscientes que, en este nuevo modelo descentralizado, pasamos a formar parte del sistema y estamos llamados a por fin tener un papel reforzado como actores principales. Las nuevas directivas del paquete de invierno, están poniendo las bases para que se regulen mecanismos que lo posibiliten, pero sin tomar conciencia de ello y actuar no conseguiremos propiciar el cambio y dejaremos sin aprovechar esta oportunidad que las renovables en general y en particular el autoconsumo nos está brindando.

RED II o “paquete de invierno”(i) contiene varias nuevas definiciones que reconocen diversas vías de implicación de la ciudadanía en las renovables:

Comunidad de energía renovable: Son Entidades legales las cuales deben basarse en una participación abierta y voluntaria donde los ciudadanos, las autoridades locales y las pymes pueden crear estas entidades legales para colaborar en la producción de energía.

Agregadores: Agentes de mercado que pueden agrupar a pequeños productores independientes, ayudar a que optimicen sus instalaciones y ofrecer orientaciones de consumo, venta y almacenamiento de la electricidad generada.

Compra-venta directa (P2P): los consumidores pueden comerciar entre ellos con la energía renovable sin necesidad de intermediarios, lo que deriva en mayores ingresos y plazos más rápidos de recuperación de la inversión.

Así como el derecho del ciudadano al acceso a la información adecuada, fundamental para generar el conocimiento necesario y suficiente para desarrollar y ejercer los derechos anteriormente citados.

De igual modo, y para favorecer la participación de la ciudadanía en la transición ecológica, quedan reguladas las comunidades de energía renovables en el reciente Real decreto Ley 23/2020 por el que se aprueban medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica, regulación que permitirá que los ciudadanos y las autoridades locales ser socios de proyectos de energías renovables en sus localidades.

Tenemos la oportunidad de cambiar el sistema, pero se nos brinda la oportunidad de no solo vociferar contra las eléctricas para desahogarnos cuando vemos nuestro recibo, sino formar parte de él. Para comenzar a ello, nada mejor que formar parte del sistema formando parte de las cooperativas ciudadanas que buscan un hueco dentro de este nuevo sistema eléctrico, preparándose para ir adquiriendo mayor protagonismo, implantando sistemas de autoconsumo fotovoltaico que aumente nuestra independencia del sector, incorporando baterías para aumentar nuestra flexibilidad en el consumo, y preparándonos para la irrupción de las comunidades ciudadanas de energía, donde se nos permita incluso ya quizás a más medio plazo poder comerciar/intercambiar energía entre los consumidores donde la energía SEA UN DERECHO Y A UN COSTE RAZONABLE.

Francisco Espín Sánchez. Ingeniero. Director de Efficiency Services Consulting, consultora de Ingeniería en energía y formación. francisco.espin@efficiencyconsulting.es.

Consultor y miembro del consejo rector de la cooperativa comercializadora “La solar Energía cooperativa”, formador en materia de energía y en especial autoconsumo, imparte varios cursos de formación en estas materias para el Consejo General de la Ingeniería técnica Industrial de España, colegios profesionales de ingeniería técnica (Madrid, Guadalajara y Murcia), así como asociaciones de instaladores, como la Federación de empresarios de instaladores de la provincia de Alicante, FEMPA , entre otras.

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